Uno no puede estar todo el día detrás de ellos como para cuidarlos, así que es muy importante hablar con ellos con respecto a esta enfermedad e informarlos de una manera completa para que tengan conciencia de lo que se trata.
El Dengue es transmitido por un mosquito especial que pone sus huevos solo en en aguas claras. Es importante recalcar esto ya que muchos estaban preocupados por las zanjas que suelen existir en gran parte del conurbano bonaerense.
Es muy importante a su vez tener en cuenta que el Dengue es mucho más difícil de detectar en niños que en personas adultas, porque por lo general los síntomas que se presentan en los niños son más leves que las personas adultas o directamente no existen.
En bebés se debe consultar rápidamente ante temperaturas que superen los 38 grados y se note un decaimiento pronunciado del mismo, irritabilidad y erupciones en la piel.
Otros síntomas que pueden producirse en niños más grandes son: dolores de articulaciones, musculares, dolor de cabeza (principalmente detrás de los ojos) y hay que prestar muchísima atención a las hemorragias nasales y de encías.
Además de los métodos de prevención ya conocidos se recomienda:
Reforzar las barreras físicas para proteger a los niños.
Usar repelentes con moderación.
Poner mosquiteros en todas las puertas y ventanas.
Cubrir las camas, cunas y cochecitos con tul.
Evitar salir al aire libre en las horas de mayor actividad del mosquito (que es diurno), y si se lo hace, vestir a los chicos con ropa que cubra brazos y piernas.
No poner repelente a los bebés menores de dos meses. A los chicos hasta 2 años, sólo en base a citronella (REP); y de 2 a 12, Deet hasta 10 por ciento (cremas). Y siempre en poca cantidad y cada dos o tres horas.
Usar repelentes con moderación.
Poner mosquiteros en todas las puertas y ventanas.
Cubrir las camas, cunas y cochecitos con tul.
Evitar salir al aire libre en las horas de mayor actividad del mosquito (que es diurno), y si se lo hace, vestir a los chicos con ropa que cubra brazos y piernas.
No poner repelente a los bebés menores de dos meses. A los chicos hasta 2 años, sólo en base a citronella (REP); y de 2 a 12, Deet hasta 10 por ciento (cremas). Y siempre en poca cantidad y cada dos o tres horas.