Hace un tiempo había hablado sobre la falta de confirmación sobre las noticias que realizan los medios periodísticos, en una nota que tenía que ver sobre aquella mujer que en teoría estaba embarazada de 9 bebés, pero que finalmente resultó ser todo un invento.
Aquella noticia había salido en todos lados y varios medios se apuraron de hablar del tema con la intención de tener la primicia.
En este caso, lamentablemente mucho peor porque estamos hablando de la vida de una persona, casi toda la prensa nacional se apresuró a confirmar que Juan Alberto Badía había muerto, sin embargo esto no fue así, y los propios familiares de Badía tuvieron que salir a desmentir la muerte de Juan Alberto.
Luego de haber realizado grandes titulares con la muerte de Badía, infografías y galerías sobre cómo fue su vida, y adelantando los motivos de su muerte, luego de que se confirmara que Badía no murió y que efectivamente seguía con vida, no he visto a ninguno de los medios pedir perdón sobre el error que habían cometido, como si la vida de uno de los máximos referentes de la radio y televisión no importase tanto como la misma primicia en si.
Esto, a mi, desde mi humilde opinión, me deja un sabor medio raro y me hace pensar en cuantas mentiras más nos pueden hacer creer los medios de comunicación, cuales son sus fuentes, y cómo son capaces de hacer cualquier cosa con tal de vender una noticia.
Si bien se dice, y vuelvo a repetir esto, se dice, que la salud de Badía es complicada, que tiene casi un final irreversible, que sufrió un paro cardíaco del cual salió adelante y demás, lo real por el momento es que sigue con vida.
A mi en lo particular me quedan muchas preguntas sobre esto, y solo una reflexión, el periodismo como lo conocimos alguna vez, ya ha dejado de existir.