Argentina se ha vestido de celeste y blanco debido al mundial de fútbol y se respira un aire de armonía, felicidad y un gran patriotismo gracias al deporte.
Como legado de los festejos del bicentenario nos han quedo banderitas colgadas y listas para recibir el mundial, un mundial que por ahora va bien y que espero que termine de la mejor manera para el equipo nacional, pero todavía recuerdo cuando estuve presente en una charla política en donde se estaba “planificando” la decoración en diferentes ciudades con motivos del bicentenario.
Fue entonces cuando alguien, vinculado al entorno político, hizo referencia a que se iba a decorar varias ciudades con los colores argentinos, y de paso, ya quedaban para el mundial.
Todo lindo. Banderitas, globos y guirnaldas, colgadas en casi todos los locales de los centros comerciales. Ahora somos más argentinos que nunca!. Amamos a Maradona y a Messi, cuando hace apenas unos meses atrás los queríamos colgar del obelisco.
Diego paso de ser el peor técnico del mundo (según la FIFA) y un tipo que no sabe nada de táctica futbolística (según algunos periodistas) a ser nuevamente esa especie de Dios que nos enseñará el camino; Y Messi, justamente aquél mesías que nos llevará a la tierra prometida.
Pero qué pasa si perdemos contra México? o contra el que venga. Qué pasa si llegamos a la final y la perdemos? Dónde nos metemos las banderitas?
Seguiremos siendo “tan ” argentinos como hasta ahora?
Pienso que debemos de saber diferenciar lo que es “patriotismo” con “fanatismo por la selección”. El otro día alguien me hizo llegar esta crítica hacia los millones de argentinos que actuamos de la misma manera, y decía (esta persona) , que le daba pena que los argentinos seamos solo patriotas cada 4 años, cada vez que se juega un mundial, o la selección Argentina tiene un partido importante.
Yo, realmente no creo que seamos patriotas, sino que somos “fanáticos” de la selección nacional. Creo que hay personas que no saben diferenciar eso o simplemente no logran entenderlo, y caen bajo ese sentimiento de “lastima” para aquellos que hoy están felices gracias a lo que se vive con este mundial.
Ahora me pregunto: Cuándo fue la última vez que utilizaron una escarapela aquellos que critican el accionar de los que hoy alientan a la selección y los tildan de falsos patriotas?.
A mi sinceramente no me afecta si los argentinos somos más o menos patriotas debido al mundial. Lo que me interesa es poder ver felices a todos aquellos que largan con cada gol de la selección los miles de problemas que atraemos día a día. Y si mañana se termina todo esto… qué más da. Quién nos quita las alegrías que hemos tenido. Aquél abrazo con el viejo, con el vecino, hasta con ese que no podías ver pero como tenías ganas de expresar tu alegría abrazaste igual.
Qué importa si uno es más o menos argentino por poner o no una bandera, o si después del mundial la guarda hasta la próxima fiesta patria o partido de la selección.
El patriotismo y el fanatismo son dos cosas distintas. Patria hicieron aquellos que derramaron su sangre por lo que hoy llamamos Argentina. Pasión es lo que sentimos cada vez que un jugador argentino transpira su camiseta y se ahoga en un grito de gol.
Importa lo que es, lo que fue o lo que será?