Joven, apenas 22 años, con un talento que ya se le venía destacando desde hace un tiempo en categorías menores a la de elite del automovilismo argentino…el Turismo Carretera o simplemente TC como lo conocemos nosotros se llevó la vida de Guido Falaschi quien murió luego de un terrible accidente en la pista de Balcarce.
Faltaban apenas una vuelta para que el Gran Premio de Balcarce terminara y fue justamente éste escenario mítico que lleva el nombre nada más y nada menos que del “chueco” Juan Manuel Fangio, quien fuera testigo de algo que hace mucho tiempo no pasaba en el TC: la muerte de un piloto.
Todavía tengo en la retina aquella lucha de Marco Simoncelli con su moto tratando que esta no se valla de la pista, algo que finalmente le causó la muerte cando al ingresar fue embestido por un compañero y su mejor amigo Valentino Rossi también fue partícipe y testigo del fallecimiento del piloto italiano. Esas cosas que tiene el destino de morbosas e incomprensible hicieron que con el accidente de Falaschi sucediera algo parecido.
En Argentina el fútbol y el automovilismo son dos pasiones por excelencia y forma parte de la misma cultura argenta. Tal es así que es casi una constante hablar de las pastas del domingo y las carreras. Es sentarse a la mesa con la familia, poner Carburando y ver la más popular del automovilismo argentino: El Turísmo Carretera. Si bien en el fútbol existe una sola rivalidad popular, es decir River y Boca, en el automovilismo argentino sucede algo parecido con Ford y Chevrolet; las dos marcas históricas de la categoría.
Así fue que cuando estábamos terminando de almorzar y también iba llegando a su fin una carrera que tenía como protagonista a Guido Falaschi y Mauro Giallombardo peleando por la victoria, pero habría un tercer protagonista que no aparecía en el cuadro de la imagen televisiva hasta que lo hizo no de la mejor manera. Las banderas azules se agitaban indicándole a Leonel Larrauri que debía dejarle paso a los punteros que venían sacándose chispas y se notaban cada vez más grandes en los espejos de Leonel, quien finalmente sería quizás el mayor protagonista de lo que pasaría.
A la salida de una chicana Larrauri pierde el control y se estrella justo delante de los punteros. Inmediatamente después de eso cómo el Falcón de Falaschi intenta esquivar a Larrauri en una maniobra que al verla es producto de un reflejo y también pierde el control de su auto e impacta a muy alta velocidad contra las gomas de contención que protegían el guardarais. El impacto fue durísimo y cuando lo vimos por la tv hicimos el clásico “UH!” de lamento que solemos hacer cuando vemos un accidente. Lamentablemente la contención no absorbió todo el impacto y mandó a Guido nuevamente a la pista en medio de una nube de polvo y con todo el grueso de los autos viniendo en velocidad plena.
Cuando vemos el auto en medio de la pista nos tomamos la cabeza presintiendo que algo feo estaba por venir y rogando que nadie le pegara de lleno. Todo pasó en cuestión de segundos, pero pareciera que cada segundo durase un minuto, y lo único que deseabamos es que nadie lo impactara, pero fue Guilllermo Ortelli quien chocó a Falaschi en primera instancia haciendo que el auto girase y quedara más al medio de la pista junto con todos los restos de autos, gomas por todos lados y una cortina de polvo en el circuito hacía inevitable que alguien más lo tocara. Finalmente, el torino de Girolami sale de la polvareda a gran velocidad y se encuentra con el Falcón Verde de Falaschi de golpe y el impacto no se podía evitar. Girolami agarra de lleno el auto de Falaschi por la mitad y lo único que hicimos en ese instante fue temer lo peor…
Luego de eso, el auto de Guido producto del impacto contra Néstor Girolami queda sobre un costado de la pista e inmediatamente se ve por la TV los diferentes pilotos salir heridos de sus autos y otros como el Pato Silva quienes van a socorrer a Falaschi. “Tengo mucho calor”, fue lo que Guido le alcanzó a decir al Pato antes de que pudieran sacarlo del auto un par de minutos después. Cuando logran sacarlo del auto se advierte por la televisión el buzo ensangrentado de Falaschi y lo que me hizo pensar que todo estaba mal: Sus brazos colgaban de la camilla y un camarógrafo pidiendole a sus colegas que no filmasen más. Suben rápidamente entre un mundo de gente a Falaschi a la ambulancia y la transmisión televisiva se corta. Inmediatamente después de eso buscamos por otros canales de deportes y noticias para saber cuáles eran las novedades del caso, hasta que casi una hora después nos enteramos de que Guido Fallaschi murió en el accidente.
Simplemente nos quedamos en silencio y al igual que todos los que después comentarían del tema, nos dimos cuenta de que algo en la seguridad falló.
1 segundo es mucho tiempo en el deporte automotor y solo basta 1 segundo para perder la vida o salvarse como bien lo cuenta Pernía quien en una nota asegura que Norberto Fontana salvó la suya al sacarlo de la pista chocando al tanito para que este no impacte de lleno con los autos que estaban en el centro de la pista.
Tristeza, una vez más en el TC, ya habrá tiempo para saber de quien fue el error.
Vídeo del accidente de Falaschi y entrevista a pilotos.
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