La expectativa fue muy grande hasta que finalmente pude verla. No voy a dar detalles de la misma por si hay alguien que quiere verla, pero puedo dar mi opinión particular y decir que más allá de ser impresionante en cuanto a efectos especiales, su argumento no se diferencia mucho de anteriores películas de catástrofes que hayamos visto.
La película se vende como que está basada en las predicciones mayas, pero sin embargo esto mismo se nombra muy pocas veces en la misma. No se hace referencia a hechos históricos, que particularmente a mi me hubiera gustado ver, para que todos los que no conozcan acerca de las predicciones mayas supiesen de que se está hablando.
Como siempre, los norte americanos son los que organizan todo el tema del salvataje de la humanidad en conjunto con diversos países. Mucha destrucción, muchos efectos especiales realmente muy bien logrados y situaciones fortuitas a granel son características del film, pero más allá de esto no encontraremos algo que no hayamos visto antes.
Principalmente me parece una mezcla de películas taquilleras reunidas en una sola bajo una temática que vino resonando en estos últimos tiempos.
El sentido de la unión y la humanidad es el mensaje principal de la película. La lucha de lo que hay que hacer contra lo que se debería hacer es constante. El egoísmo por parte de algunos sectores es reflejado a la perfección y las actuaciones pueden clasificarse como aceptables pero el fuerte de esta película es sin dudas sus efectos especiales y la intensión de dejar un mensaje de conciencia.
Particularmente esperaba más de esta película pero no por esto se puede decir que es mala, sino simplemente, una más.
El elenco está encabezado por John Cusack, Chiwetel Ejiofor, Amanda Peet, Oliver Platt, Thandie Newton, Danny Glover y Woody Harrelson, entre otros.
Sinopsis
Siglos atrás, los Mayas dejaron su calendario con una clara fecha de terminación, con todo lo que ésta implica y desde entonces, los astrólogos han descubierto esto, los numerólogos han encontrado patrones que lo predicen, los geólogos dicen que la Tierra está agotada e incluso los científicos gubernamentales no pueden negar que un cataclismo de proporciones épicas destruirá el mundo en 2012.
Jackson Curtis (John Cusack), un escritor cuya devoción para su fallida pero posiblemente brillante novela destruye su matrimonio y deja a su familia en la inestabilidad, sin embargo, sigue siendo un padre leal y lo demostrará al hacer todo lo posible para salvarla.
La ex-esposa de Jackson, Kate (Amanda Peet), mantiene un contacto amistoso con su ex pareja, pero se cansó hace tiempo de competir contra su trabajo para captar su atención.
A medida que las placas de la Tierra se empiezan a mover, destruyendo a Los Ángeles en el proceso, Jackson y su familia empezarán un viaje desesperado por tierra y aire para sobrevivir y ver el nuevo mundo. Mientras tanto, en las capas más altas de los gobiernos mundiales, existe un plan; ellos no podrán salvar a la raza humana completa, pero sí a algunos para tratar de empezar una sociedad nueva.
El Presidente Thomas Wilson (Danny Glover) entiende muy pronto la crisis que el mundo está a punto de afrontar y pretende evitar la histeria masiva manteniendo la información en secreto.
El asesor científico en jefe del Presidente, Adrian Helmsley (Chiwetel Ejiofor), ha podido decodificar los mensajes de la Tierra y está determinado a hacer todo lo que pueda para ayudar a tantas personas como sea posible. Mientras tanto, la hija del presidente, Laura (Thandie Newton), está traumatizada de descubrir lo que el gobierno de su padre ha ocultado al mundo y el único hombre fuera del Estado con una pista de lo que está a punto de ocurrir es el locutor de radio (y quizá profeta) Charlie Frost (Woody Harrelson), quien transmite sus predicciones a todo el que quiera escucharlo.
La película que presenta Sony Pictures, tiene un guión de Harald Kloser y el mismo Roland Emmerich. En el filme se puede ver no sólo la sobrecogedora destrucción de Los Angeles, sino también la caída de la Capilla Sixtina en el Vaticano, gigantescos maremotos en distintas ciudades del mundo (uno de los cuales se traga un templo budista en la cumbre del Himalaya) y el derrumbe del Cristo Redentor en Río de Janeiro, entre otros desastres naturales.
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