A veces hay que hacerle caso a los comerciales y sobre todo a aquellos que tienen un panda como representante de sus productos.
En esta publicidad oriental podemos observar como un “adorable osito panda” se convierte en un autentico “Panda Piquetero” y toma represalias sobre un padre y su hijo que no han comprado sus productos. Algo así como cuando te patean el auto si querés pasar por donde, en teoría, deberías pero no te dejan.
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