Cómo dejar de comer helado 2

Continuando con la parte 1 de cómo dejar de comer helado y como decía, uno va adquiriendo ciertos conocimientos a medida que pasa el tiempo y se va afianzando en su puesto dentro de la fabrica de helados.

Lo primero que me llamó la atención era la manera en la que se enfriaban los palitos helados en alcohol. Supe entonces que el alcohol servía para algo más que para desinfectar cosas o para limpiar otras, o sea cual sea el uso que uno le da habitualmente.

El gusto que tienen los helados ni bien salen de esa máquina no es muy agradable que digamos, por ende uno tiende a dejar de comerlos con el paso del tiempo ya que el gusto suele quedarse en la boca por mucho tiempo.

La crema para estos se hace con leche en polvo, agua y muchísimo conservante.

Creo que una de las partes más lindas es cuando uno hace bombones. Tener que derretir el chocolate que viene en tambores de plástico super duro era algo que a nadie le gustaba, pero era divertido. Se sentía lindo tener las manos todas enchastradas de chocolate mientras uno iba revolviendo con un palo de escoba el chocolate que podía sacar del tambor con una cuña hecha con la mitad de la tapa del mismo. Quien imaginaría que de algo tan asqueroso saldría algo tan rico no?.

Es verdad, si uno quiere dejar de comer helado lo mejor es trabajar en una fabrica de helados, pero no en cualquier fabrica, sino en una que sea clandestina, que no te ofrezca los materiales mínimos para el trabajo y que además te hagan subir 60 bolsas de azúcar a un segundo piso, al hombro y después de salir de la camara con el cuerpo helado, por las escaleras.

De todos modos por momentos me sentí como un animal de laboratorio. Me encontraba solo en la cámara a menos 30 grados de temperatura y con una lata de tramontana abierta. Para los que no conocen el gusto "tramontana" déjenme decirles que es uno de los más ricos. Contiene Crema Americana, Dulce de Leche y Galletitas de chocolate. Un manjar Como  decía, era mi primera semana y la tentación era grande. Me encontraba frente a una lata de tramontana abierta que me pedía a gritos que la comiera, cosa que pos supuesto hice, pero hacerlo no fue una cosa fácil, por eso decía que me sentía cono un animal de experimentos ya que lo único que tenía para comer ese helado.... eran mis dedos. Tardeé una semana pero me bajé la lata de 10 litros solo. Casi pierdo los dedos en el intento, pero al menos pude disfrutar llenarme con ese rico sabor de helado.

Aunque de todos modos creo que lo peor de trabajar en una fabrica de helados no es todo lo que anteriormente comenté, sino el hecho de que el olor a helado no se te va con nada. Vivía bajo el agua pero el olor no se iba, quedaba penetrado debajo de la piel y creanme, es algo desagradable oler siempre a helado, por eso creo que esta es la mejor manera de dejar de comer helado, después de todo esto no creo que haya nadie que quiera volver a comer helado, aunque... siempre hay un loco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario