Se busca niñez perdida

De vez en cuando suelo observar el mundo cuando salgo. Quizás alguno se preguntará si acaso salgo a caminar con los ojos cerrados y aunque literalmente no es así muchas veces podría interpretarse de esa manera.

Sucede que uno la mayoría de las veces cuando sale va pensando en lo que tiene que hacer y la mente se mantiene ocupada en eso y se pierde de ciertos detalles que pasan desapercibidos ante el ojo de la cotidianidad.

Si uno tiene que salir a realizar una compra, por ejemplo, solo piensa en ella. La mente se mantiene ocupada analizando dónde comprar, cómo comprar y qué comprar para no olvidarse de algunas cosas. Es entonces cuando en el camino quizás nos crucemos a alguien, generalmente un vecino, que no se conforma con un simple "buen día, buenas tardes" y vemos que no nos despega la mirada en un claro mensaje de querer dialogar.

La persona se nos acerca lentamente a medida que nosotros nos dirigimos a ella y aunque alguno quiera dejar un claro mensaje de "no quiero hablar", implementando la gran maniobra evasiva de intentar cambiar de vereda, este se encarga de ganarnos la partida diciendo "qué hacés cómo estás che, hace mucho que no te veo"... con lo cual uno no tiene más opciones que fingir un encuentro agradable diciendo "ey!, hola, cómo estás, qué es de tu vida?" y ahí arranca una irrelevante charla de tu parte pero respetuosa para con la persona que está en frente tuyo.

Mientras este te hace una especie de interrogatorio personal, tu conciencia y el subconsciente se ponen de acuerdo por primera vez para dejarte un claro y repetitivo mensaje: "se hace tarde, se hace tarde, se hace tarde, se hace tarde". No se si a ustedes les pasa lo mismo, pero yo por más que salga una hora antes...siempre llego tarde.

Efectivamente, tus pensamientos estaban en lo cierto, y ahora no solo tenes que pensar en lo que tenés que comprar, cómo, dónde y cuándo, sino que además tenes que analizar la situación. Se te hizo tarde por el boludo del buen vecino, así que tenes que ver que colectivo tomar y pensar que carajo vas a hacer para conseguir monedas. Es difícil muchas veces apreciar el entorno con tantas cosas en mente.

Pero como dije al principio, de vez en cuando suelo observar  el mundo cuando salgo. Y quiero aclarar, por si alguno tiene alguna duda, que observar no es tan fácil como mirar y que a su vez son dos cosas distintas.

Una mañana me había propuesto simplemente salir a observar el mundo en el cual me encontraba viviendo. Caminaba con todos mis sentidos abiertos, respiraba profundo  y cerraba los ojos de a rato para escuchar todos los sonidos de mi al rededor. Pero solo escuchaba los ruidos de los autos y algunas que otras voces a lo lejos. Los camiones de los repartidores y alguna que otro asombrado "no me digas!" emitido de la boca de unas vecinas chusmas que comenzaban con las primicias desde muy temprano. Después de eso...nada.

Volví a salir a la tarde para ver si podía oír o ver algo, pero sin embargo, mis oídos parecía que estaban escuchando la misma música, que se reiteraba una y otra vez en su monotonía. Fue entonces cuando un amigo me sacó de aquél trance en el que me encontraba y me saludo: "Qué haces negro cómo andas?" me dijo. A lo que yo me remití a decirle simplemente bien y lo hice callar con  un prolongado "Shhh". Luego de guardar silencio unos segundos me pregunto si me pasaba algo, si me sentía bien, a lo que contesté que no me pasaba nada y le hice una pregunta.

-"Gonzalo, vos escuchas algo?"- revoleó los ojos para arriba como tratando de escuchar algo y me dijo: -"mmmm... no, la verdad que no, tendría que escuchar algo?"- Inmediatamente le dije que hiciera nuevamente la prueba y esta vez me dijo: -"Si, es el tren que esta pasando, que pasa con eso?"- Le dije que no me refería a eso, que más allá de los perros, el tren o el murmullo típico de una ciudad lograba escuchar algo; a lo que me contestó que no.

Entonces inmediatamente le pregunté por el hijo. Me contestó que estaba en la casa jugando con la Play y que hoy había comenzado el colegio y que estaba contento por eso.

Fue entonces cuando comenzó a caer la moneda lentamente en mi cerebro y se fecundó un dialogo con aquel amigo de barrio.

YO: -"Le pasa algo a tu nene? se siente mal o algo?"

G: -"No, la verdad que no, esta bien, está como muy exaltado porque fue su primer día de clases y conoció a muchos nenes nuevos"-

YO: -"Disculpa, sabés por qué te pregunte, porque me dijiste que estaba encerrado en tu casa, pensé que se sentía mal o estaba cansado"-

G: - "No al contrario, está con todas las pilas ahora esta jugando a un jueguito de guerra que le compré el otro día en la feria"-

YO: - "Te voy a hacer una pregunta, y quiero que hagas un esfuerzo al contestarme. Vos te acordás que estabas haciendo a estas horas hace 15 años atrás? " -

G: -"Uhhh... me mataste, la vedad que no tengo ni idea. A ver, dejame pensar"-

YO: -"No te digo puntualmente que te remontes en el tiempo a este instante pero 15 años antes, sino qué es lo que hacías a la tarde a estas horas más o menos"-

G: - "jajaja... a esta hora, estaba terminando de mirar los dibujitos mientras tomaba el matecocido y mi vieja me cagaba a pedos porque por mirar la tele dejaba que se me enfríe"-

YO: -"Y después de eso qué pasaba?"-

G: - "Venías vos con la pelota a buscarme para ir a jugar con los pibes"-

YO: -"Y yo qué hacía para que vos te dieras cuenta que te venía a buscar para jugar"-

G: -"Jajaja, gritabas mi nombre como los soderos diciendo 'Gonzaloooooooo!' y hacías picar la pelota en la vereda entonces yo sabía que la traías y me apuraba a tomar el matecocido. Me iba corriendo para la pieza y sacaba las zapatillas viejas de abajo de la cama que usaba para jugar a la pelota '"-

YO:  -"Y te acordas de la pelota?"-

G: - "Si, era una fulbencito roja y blanca que siempre estaba desinflada y que íbamos a lo de Don José siempre a manguearle el inflador "-

YO: -"Es verdad, pero seguro de esta no te acordas... mis botines de fútbol"-

G: -"Jajajaja, sos un hijo de p... de qué botines me hablas si vos atajabas siempre, es más venías en hojotas te las sacabas, te quedabas en patas y las usabas como guantes"-

YO: -"pero vos nunca me hiciste un gol jaja. Che y 'Mechi'? (Mercedes su mujer) "-

G:- "Ahí está en casa, boludeando en Internet con los jueguitos del Facebook, me tienen las pelotas llenas con esa huevada, está más tiempo con la PC que con nosotros, pero bueno que se yo, al menos no jode a nadie"-

YO: -"Te acordás qué hacía Mechi a estas horas pero 15 años atrás?"-

G: -"Si, me acuerdo que se juntaba con María, con Nadia y Alejandra y jugaban a la rayuela en la calle. Y además me acuerdo que no me podía ni ver"-

YO: -"jajaa y por qué no te podía ni ver?"

G: -"No te acordás que vos siempre tirabas la pelota donde estaban ellas y cuando yo iba a buscar la pelota siempre les pateaba las piedras que ponían en la rayuela? Mechi se re enojaba. Me acuerdo que un día me tiró con una piedra y me la dio de lleno en la espalda, entonces yo de caliente agarré la pelota y patié contra ella con tanta mala suerte que le dí a la ventana de María "-

YO: -"Si, mirá no me hagas acordar que después tuve que ir a buscar la pelota yo porque vos saliste corriendo y la mamá de María le fue a echar la bronca a mi vieja "-

G: -"Si... me acuerdo, que locura no?"-

YO: -"Si, una locura... una hermosa locura. Lastima que las cosas hayan cambiado"-

G: -"La vida es así, las cosas cambian, igual no cambian mucho"-

YO: -"Que no cambian mucho? mirá a tu alrededor, cerrá los ojos y tratá de escuchar"-

G: -"Ya fue negro, te dije que no oía nada, además son tiempos distintos, no podes pretender que los chicos hagan lo que nosotros. La vida evoluciona"-

YO: -"Yo no pretendo que los chicos hagan lo que nosotros, solo que me gustaría poder oír algo"-

G: -"No te entiendo. Bueno che, me tengo que ir a comprar, casi me olvido, y si se me van las cosas de la cabeza y me llego a olvidar algo mechi después me tira la bronca. Cuidate y nos estamos viendo dale?"

YO: -"Si, dale, saludos a la familia"-

Gonzalo entró a la casa y yo seguí caminando un poco más hasta llegar a la esquina; pero al darme cuenta de que no iba a ningún lado, simplemente me volvía a mi casa.

Esa noche prácticamente no pude dormir pensando en lo que había hablado con Gonzalo y me preguntaba si él alguna vez le había conversado a su hijo de lo que nosotros hacíamos de chicos. Si acaso el nene sabía lo que era la rayuela, el hoyo pelota, las escondidas, el poliladron, si alguna vez remontará un barrilete, aquél "14 la perdiz", o si tal vez aprenderá lo que es una cuarta o una "chuleta".

Las cosas cambian, es verdad, pero a veces creo que nosotros, con las excusas que cada uno pueda tener, somos responsables de aislar cada vez más a nuestros hijos y pretendemos que crezcan sanos, fuertes e inteligentes estimulándolos con alimentos que salen en la tele recomendados por personas que no conocemos, o comprándoles juegos interactivos que los obliguen a pensar.

Hoy uno ve pasar a una nena en su coche de bebé y cuando vuelve la ve venir de la mano del novio. Hay algo que los chicos se están perdiendo o quizás somos nosotros mismos los que estamos perdiendo cosas y no nos damos cuenta.

Lo concreto es que a partir de ese día, todos los días salgo con la esperanza de poder escuchar algo. Un conjunto de risas y gritos, un "piedra libre a...", algún relato espontaneo de algún nene que sueña con ser un futbolista famoso como aquél clásico: "La tiene Maradona, la pisa, la amasa, pasa a un pasa a otro" mientras el nene corre con su carita llena de sonrisa.

O tal vez observar algún "avioncito de rayuela" dibujado en el asfalto  con fragmentos de ladrillo. La sombra de algún barrilete furtivo en el suelo, o simplemente tener que caminar por la calle para no pisar las bolitas de algunos que otros pequeños atorrantes que dibujaron su cancha en ella.

Quisiera volver a recuperar... aquella niñez perdida.




Nota: Este escrito ha sido desarrollado pura y exclusivamente en mi mente, cualquier similitud con la realidad, es sinónimo de ella.

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